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No pocos afirman, a estas alturas, que la presencia en nuestro planetala Covid-19 transformarán el planeta Tierra de una forma u otra. Quienes así piensan tienen sus propios argumentos. Entre otras cuestiones, esas personas aluden a las decenas de miles de seres humanos que fallecieron, o pueden dejar de vivir, bajo los efectos de este enemigo de la humanidad.
¿Cuáles son los cambios a los que aluden?
En primer lugar, a la consolidación de la solidaridad humana.
Arguyen el caso de Cuba: cómo países desarrollados demandaron médicos de la Mayor de las Antillas para que los ayudaran a salvar la vida de sus propios ciudadanos.
Cuba, dicen, no dudó ni un instante en dar un paso al frente para salvar la vida de esas personas. Al igual que tampoco titubeó en enviar a varios cientos de sus médicos a otros continentes, fueran ricos o no los demandantes.
Al mismo tiempo figura el aumento y la consolidación de la disciplina social en nuestro país.
Estos cambios, bien recibidos, no dudarán en defenderlos las autoridades y el pueblo cubano, afirman, cueste lo que cueste.
La consolidación de la solidaridad mundial se encuentra, asimismo, entre estos cambios, cuando nuestro planeta y los pueblos que lo habitan se traten como seres humanos, como lo que realmente somos.
China, Rusia, Cuba…, y otros países han dado pasos gigantescos, humanitarios, amables, respetuosos para salvar la vida de los demás y demostrar que la confrontación entre los seres humanos no hace más que destruirlos.
En el caso de Cuba, en algo estratégico debiéramos cambiar, añadió uno de los presentes: ¡En la consolidación de la disciplina social, la confrontación a la delincuencia, la aplicación de fuertes penas a los corruptos, a quienes se burlan del esfuerzo del pueblo y de la propia Revolución!
Tomado de 5 de septiembre