Para alcanzar un buen rendimiento en la cosecha de café resultan imprescindibles buenas manos para lograr semillas con calidad y en la provincia de Cienfuegos, Jesús Chaviano ha demostrado que, con el interés por ayudar al país, la finca que él lidera es fundamental en los tiempos actuales.

Cuatro años atrás, la Empresa procesadora de café Eladio Machín, de Cumanayagua, inició la inversión para fomentar ese espacio con ocho variedades de semillas básicas “y resistentes a plagas, provenientes de la estación experimental de Jibacoa, en Villa Clara.”

Sembradas a casi 800 metros sobre el nivel del mar, las plantaciones de café muestran vigor en sus tallos, hojas y frutos, pues “esa es una altura óptima para este tipo de cultivo”, uno de los principales entre los renglones exportables de Cuba.

Jesús Chaviano adquirió la finca mediante el decreto ley 300 con diez hectáreas y, por estos días, es reconocido como un gran impulsor del programa de reordenamiento cafetalero en el centro sur de Cuba.

Con orgullo mira su planta despulpadora y explica que, en los próximos años necesitará una mayor “porque los rendimientos serán superiores con seis o siete mil latas de café.”

El número de personas que acompaña a Chaviano en esta faena puede variar porque “en tiempo de zafra llegamos a 30 ó 40 con la inserción de los estudiantes de las escuelas cercanas porque aquí tenemos un aula anexa para que aprendan cómo cosechar, seleccionar el café manualmente y atender las plantas del vivero; un ciclo completo de esa planta.”

Sobre el reordenamiento cafetalero, este hombre que siempre ha sido agricultor pondera el banco de semillas “porque a la empresa le hacía falta para desarrollar más los cafetales en la montaña y como esto es una manera de ayudar al país, conmigo pueden contar.”

Tomado de RCM