En tu escudo, Cienfuegos, aún brillan las palabras de austera virtud con que el prócer de Jagua ha nimbado tu blasón y tu historia de luz. Gloria a ti, la ciudad laboriosa, y a tus campos amados del sol!… Pueblo grande de Dios bendecido por tu fe, tu trabajo y tu unión. Recios nautas a Cuba trajeron, con la espada y la cruz nueva luz, y con solo su unión consiguieron imponernos la espada y la cruz!…

 

Fue diseñada, pintada y bordada por la primera poetisa nacida en Cienfuegos, Clotilde del Carmen Rodríguez López, para su amigo Germán Barrios Houard, cuando los cienfuegueros secundaron la guerra de Yara en Febrero de 1868. Está formada por tres franjas verticales, azul la primera de ellas, blanca la segunda y roja la tercera, como las de la bandera francesa, recordando el origen galo de Fernandina de Jagua. Pero, sobre este fondo tricolor, tiene algunos símbolos que las diferencian: En la franja azul, una cruz equilátera blanca que recuerda la religión cristiana; en la blanca, el escudo local y en la derecha aparecen tres triángulos rojos con una estrella blanca en el centro, disimulados por dos blancos que los flanquean.

Es cuadrilongo y está dividido en dos cuarteles. En el superior, sobre el campo azul, aparece el frente dorado del Castillo de Jagua, y en el inferior, sobre el campo de plata, una jagua en producción; lo rematan una corona mural de cinco castillos y dos ramos laterales de laurel. Este símbolo fue diseñado por Don Agustín de Santa Cruz y de Castilla en 1831, y fue adoptado por nuestro Ayuntamiento el 4 de julio de 1848 al serle concedido a la Villa de Cienfuegos el derecho a usar escudo de armas por la Real Orden de Isabel II del 2 de abril anterior. Su lema: Fe, Trabajo y Unión, en latín: Fides, Labor et Unio, fue adoptado por los fundadores en la mañana del 22 de abril de 1819.