Cada mañana la caravana recorre calles y avenidas de la ciudad de Cienfuegos. El sonido de las sirenas de los medios motorizados anuncia el tránsito por las principales arterias de la urbe de la tropa de vigilancia y patrullaje de fuerzas conjuntas entre las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) y del Ministerio del Interior (Minint).
“Ante la situación epidemiológica de la provincia y el país como consecuencia de la pandemia por el corononavirus, combatientes de los batallones de Tropas Especiales (TE) y de Prevención, respectivamente, pertenecientes a la Región Militar (RM), junto a la Brigada Especial Provincial y otras fuerzas y medios del Minint, tenemos la misión de velar por el orden y la disciplina de la ciudadanía con el objetivo de preservar la salud del pueblo”, asegura el mayor Yunior Fernández Leyva, jefe del bon de TE.
Aunque ya es habitual la puntualización de las tareas por cumplir en el día, esta vez existen órdenes y orientaciones muy precisas. Así lo hace saber el teniente coronel Alexander Ávalos Jorge, jefe de Operaciones del Minint en el territorio, quien insiste en las nuevas medidas dictadas por los consejos de Defensa Provincial y Municipal, con una disposición de este último, a fin de restringir la movilidad de la población en determinadas horas del día, evitar aglomeraciones innecesarias y la circulación de personas y vehículos sin la debida justificación.
Una vez más el oficial recuerda el comportamiento ético a obervar en el trato, con la persuasión como principal recurso, pero sin dejar de imponer la autoridad y el rigor en la exigencia y el control para hacer cumplir lo establecido, sobre todo a quienes aun depués de muchas advertencias, se empeñan en violar las normas de sanidad, y de hecho convertirse en un peligro potencial de la transmisión de la terrible enfermedad.
El mayor Edelkis Pentón Rodríguez, jefe del bon de Prevención, agrega que una vez seleccionadas, las fuerzas a partircipar en esta misión fueron debidamente entrenadas para enfrentar la tarea que, por su naturaleza misma, no es habitual para ellos, pero, “se ha cumplido, afirma, con total energía y profesionalidad, tanto en la ciudad capital como otras localidades de la provincia”.
La presencia de estos combatientes, responsables de mantener el orden, el uso obligartorio del nasobuco, la distancia prudente entre las personas en las colas y evitar el acaparamiento y otras indisciplinas sociales en en la red de comercio y plazas,resulta bien recibida por parte de la población.
Así lo testimonia la cienfueguera Milagros Torres Cantero cuando afirma: “Para ellos nuestros aplausos y reconocimientos por lo que hacen, y a la vez decirles, no teman por exigir cada día más; el pueblo los entiende y les estará infinitamente agradecido porque sabemos que son también guardianes de nuestra salud”.
Son estas jornadas extensas y agotadoras, la mayoría de las veces a la intemperie, de pie ybajo el constante azote del sol y el calor. Sin embargo, desde horas bien tempranas y hasta cerca de la media noche, estos jóvenes distribuidos en tres turnos, mantienen firme su desempeño en sus puestos. “La propia preparación física y militar de nuestros combatientes constituye una condición determinante en la nueva misión”, aclara el mayor Yunior Fernández.
De la novedosa experiencia en la protección ciudadana ante la posible propagación y contagio del coronavirus, el primer teniente Dariel Cuellar Marrero, segundo jefe del destacamento permanente del bon de Prevención, el sargento de primera José Rolando Hernández González, instructor y sanitario mayor del bon de TE, y Magdiel Pérez González, integrante de la Brigada Especial del Minint, coinciden en que fue difícil y complejo al principio interactuar con la población civil.
Empero, para ellos también fue una escuela de aprendizaje en saber trasmitir confianza y seguridad en el trabajo profiláctico, aunque no han faltado manifestaciones de indisciplinas, ante las cuales han debido actuar de forma drástica, desde aplicar multas, hasta conducir a personas irresponsables, indolentes e infractores de la legalidad a unidades de la Policía Nacional Revolucionaria.
“Una vez más en esta nueva tarea hemos tenido en cuenta el legado de nuestro Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, con aquella máxima del máximo líder de la Revolución de que somos el pueblo uniformado, y como tal a él nos debemos”, asegura el sargento de Plana Mayor del batallón de Tropas Especiales, Maikel Becerra Pedraza.
Tomado de 5 de septiembre
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